14.2. El racismo antiárabe

El racismo antiárabe hunde sus raíces en el siglo XIX a partir de la conquista de Argelia por Francia. Para justificar la conquista y colonización de este territorio la Escuela Politécnica francesa y ciento setenta y seis médicos militares que acompañaron a las tropas francesas de ocupación se encargaron de proporcionar argumentos cientifistas que justificasen la invasión.
Surge el “mito Kabila” según el cual los kabilios serían los primeros ocupantes de la región, llegados del norte. Estos serían conquistados, sometidos e islamizados por los árabes. El médico Joanny Napoleón Perder reforzó este mito en la Societé d´Antropologie de Paris (Sociedad Antropológica de París), difundiendo las ideas racistas de Gobineau. Según Perder los bereberes marroquíes constituirían la base Kabilia de origen ario debido a que eran poco practicantes de la religión islámica. Sin embargo resultó que los bereberes eran más musulmanes de lo previsto, por lo que se buscó una “nueva raza” que sustituyera al bereber como heredero de los kabilios. Los hermanos Tharaud lo encontraron en los “Chleuh de cabeza redonda” por lo que escribieron.

“Los chleuh se parecen a nuestros alverneses; tienen, como estos, un cuerpo cuadrado y virtudes sólidas: el trabajo, la economía, una facilidad para adaptarse sorprendente… Es con estos beréberes maleables dispuestos a aceptar nuestra civilización, lo que les proporcionará algo de dinero, con los que podemos contar más”.Tharaud

Estas creaciones racistas artificiales produjeron una profunda división en el pueblo argelino. Los beréberes recibieron educación y hablaban francés, en contraposición a los árabes que fueron considerados inasimilables. Estas teorías, como era de esperar, han hecho mucho daño, y no sólo en Francia, legando a Argelia una herencia difícil compuesta de fantasías y rencor. El kabilio martirizado por el árabe se ha convertido, por desgracia, en una realidad.

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